Los empresarios y emprendedores exitosos, de todos modos nacen y no se hacen
Los empresarios y emprendedores exitosos, de todos modos nacen
El espíritu notorio del capitalismo, es la paciencia. Además, los empresarios y emprendedores exitosos no se hacen, sino que nacen. Esto es lo que sostienen en el informe, «La Cultura, el emprendimiento y el crecimiento», los investigadores Matthias Doepke de la Universidad Noroeste y Fabrizio Zilibotti de la Universidad de Zúrich, que fue publicado en el sitio-web de la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas (NBER). Lo mismo sostiene el especialista en negocios, Peter Ryding.
Según otros estudios anteriores, como de Cary Cooper, David Blanchflower, Andrew Oswald, etc, se sostiene lo contrario.
Y el profesor Brian Morgan, de su parte, sostiene ambas cosas a la vez.
Muchos científicos han tratado de vincular los rítmos del crecimiento económico con las diferencias culturales entre países. El ejemplo clásico, es la obra de Max Weber: «La ética protestante y el espíritu del capitalismo».
En el trabajo de Doepke y Zilibotti se construye un modelo matemático del crecimiento de la economía en función de la “concentración” de los empresarios en la sociedad y proporciona muchos ejemplos. El trabajo se puede leer en inglés en el original o ponerse en conocimiento con la explicación detallada en ruso. Slon muestra las posiciones básicas del modelo y algunas conclusiones:
1. El crecimiento económico es impulsado por la actividad innovadora de los empresarios. El emprendimiento, es una actividad de riesgo que exige además una larga espera para las inversiones y / o los resultados del trabajo. En consecuencia, a los niños, a quienes los padres los educaron con la tolerancia al riesgo y la paciencia, económicamente le son más favorables ser empresarios. Además se debe de tener en consideración que los padres educan más a menudo a los niños con el espíritu “emprendedor,” en los años cuando la economía crece.
2. Si a la persona paciente le es más favorable dedicarse a los negocios, al impaciente, ir a trabajar como contratado, para recibir su salario mensual.
3. Es justamente la paciencia, es decir la capacidad de esperar el momento hasta que las inversiones sean rentables, el mismo «espíritu del capitalismo» de Weber. Durante siglos, los artesanos y comerciantes de las ciudades medievales, se vieron obligados a renunciar los entretenimientos, en los años de su juventud, para adquirir los conocimientos profesionales y las experiencias que después les dieron de comer toda su vida. Mientras que los propietarios de tierras recibían sus ingresos generalmente en forma de renta, por lo que la paciencia, estaba por demás. La clase media urbana fue la que creó el capitalismo.
4. Las economías de los países, donde la “concentración” de los empresarios es más alta, crecen más rápidamente.
5. La sociedad puede ser estable, cuando los empresarios son muchos o pocos. Si los empresarios son pocos, la economía crece en su totalidad más despacio, pero las ventajas del crecimiento pequeño son para la pequeña cantidad de empresarios. De modo que, aunque parezca paradójico, los empresarios de países de poco crecimiento, en término medio, deben de ser más ricos.
6. Doepke y Zilibotti sostienen que el último caso, cuando los empresarios son pocos (pero grandes) y el crecimiento no muy rápido, es justamente la variante de la Europa del Este post-comunista.
7. La simulación muestra que incluso si todos los países del mundo se vuelven economías idealmente abiertas, entre las cuales se practica el comercio libre, la diferencia en la concentración de empresarios, y, por lo tanto, el nivel de la actividad de innovación entre países, no cambiarán por sí mismos. A través del comercio, cada país usará las innovaciones hechas en otros países, y los ritmos del crecimiento económico serán iguales en todos los países, pero de todos modos algunos países seguirán siendo “territorios reservados” de los empresarios, y otros, no lo serán.
Por cierto, del informe de Doepke y Zilibotti se deduce que los empresarios y emprendedores exitosos más bien nacen y no se hacen: el país adecuado, el período histórico adecuado y la educación influyen considerablemente en la posibilidad para convertirse en empresario. Para ser justos, notemos que las teorías, que sacan los éxitos económicos de la cultura, son a menudo criticadas. Por ejemplo, Markus Noland y Howard Pek del Instituto Peterson estudiaron detalladamente el caso de los «tigres asiáticos». Antes de su salto económico, la ética confuciana se consideraba que era el freno del progreso, y, después, al contrario, la cusa de los avances económicos. De hecho, no existe una cultura correcta, sino la la economía política correcta, afirman Noland y Pek.
Personalmente, sostengo ambas cosas, es decir que el empresario o emprendedor exitoso generalmente nace, pero que en menor cantidad, seguramente, se hacen (por la necesidad que obliga, entre otras cosas, en el sistema capitalista en el que se vive!).
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Traducido, adaptado y publicado por Mauritz.
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(Ref.: Slon.ru; Internet)
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