Idea № 534. 4 consejos sobre cómo abrir un negocio de antiguedades
El comercio de bienes, cuyos valores cada año sólo aumentan, es el sueño de cualquier hombre de negocios.
El negocio de antigüedades presenta sorpresas completamente inesperadas. Por ejemplo, en la primavera de este año, en la subasta de Sotheby’s, el jarrón (florero) chino de porcelana blanca, que fue comprado en un mercadillo por tan sólo $3, fue vendido en una subasta por $2,2 millones. Mientras que los expertos de Sotheby’s no notaron el jarrón, los propietarios del anticuariado ni siquiera sospechaban que en sus manos se encontraba un verdadero tesoro. El precio final superó en 10 veces la estimación inicial de los expertos.
Otro ejemplo acertado ocurrió en Londres: una estatuilla comprada en un mercado de pulgas por $80 fue vendida en 40 mil veces más caro. El coleccionador pagó por la escultura, que resultó ser la creación maestra de Leonardo da Vinci, más de $3 millones.
Estos tipos de precedentes ocurren, pero en sí son una excepción de las reglas. El negocio de antigüedades requiere de serias inversiones y de conocimientos profundos. Los mismos anticuarios dicen que esto no es sólo un negocio común y corriente, sino un negocio de toda la vida. Este artículo responde a la pregunta: ¿qué es necesario saber antes de abrir un negocio de antigüedades?.
1. Comprar barato, vender caro.
El mecanismo del negocio de antigüedades es bastante simple: comprar barato, vender caro. Para recomprar los bienes en propiedad es necesario disponer un capital propio substancial o recursos prestados, por eso es que la mayoría de las tiendas de antigüedades prefieren trabajar a comisión, que es de 20–25 %. Los anticuarios siguen también el esquema de las subastas, es decir que utilizando la financiación ajena, la mercancía comprada inmediatamente es revendida; y al invertir su propio dinero, el comerciante puede esperar hasta que la mercancía suba de precio. Se considera que un buen anticuario se encarece en promedio en un 20 % al año.
A los anticuarios les encantan las crisis. A pesar de que la demanda de bienes de esta categoría se reduce significativamente, los tiempos difíciles son los períodos ideales para el acaparamiento de la población de bienes únicos, literalmente, por unos centavos.
2. Las castas del negocio.
En este negocio, hay una jerarquía clara, ya que cada uno responde por la parte de su trabajo:
a) Los compradores. Se dedican a la compra de antigüedades (muebles, libros, pinturas, utensilios de la iglesia, monedas, armas y otras cosas) directamente de la población. Su campo de actividad, son – los mercados de pulga (rastros) locales, donde todavía se puede encontrar objetos de valor de los veteranos locales o de los acaparadores pequeños. Además de esto, van por las aldeas,apartamentos privados, donde, de la población, compran rarezas baratas que luego los revenden a sus clientes, es decir a anticuarios o personas particulares. Su regla principal – es comprar lo más barato.
b) El tasador. Estos especialistas hacen la evaluación de la mercancía en cuanto a su origen, historia y su valor. Los servicios del especialista, que es capaz de determinar el original del artículo falso, son muy valorados. Y teniendo en cuenta el hecho de que la mitad de todas las antigüedades vendidas es una falsificación, la demanda, por estos servicios, es constantemente alta. El profesional en este tipo de negocio, en primer lugar valora su nombre y reputación. Por eso es que, en la realidad, los buenos tasadores se especializan sólo en un período histórico concreto o trabajan solamente con un cierto grupo de mercancías. Se debe de tener en cuenta que sólo una valoración preliminar de las antigüedades puede ser realizada mediante fotografías. La prueba pericial requiere la disposición del equipo de laboratorio necesario y los reactivos químicos.
c) El anticuario. Los anticuarios se especializan en una o en varias direcciones en el trabajo: en libros, pinturas, monedas, muebles, esculturas, armas, etc. Porque ser un buen especialista en todo, es imposible. Los anticuarios tienen su propia base de detectives de rarezas y de tasadores fiables. Su trabajo los confirman los años de colaboración fructífera. Los anticuarios pueden trabajar en la clandestinidad, sirviendo a un círculo estrecho de coleccionistas privados. Ellos pueden tener su propio puesto de antigüedades o una tienda en Internet. Pero la esencia de su trabajo es el mismo: comprar (con recursos propios o ajenos) y vender, cuando la mercancía sube de precio.
3. El negocio requiere de conocimientos.
El negocio de anticuarios, no es una tienda de abarrotes en casa. Para esto es necesario tener una educación en negocios y además el conocimiento del negocio de antigüedades. Aprender este último sólo se puede sólo en la práctica, que para lo cual lo mejor es conseguir un trabajo en cualquier tienda o salón de antigüedades, donde sea posible ver todo el proceso desde el interior. Trabajando en un negocio ajeno, se podrá obtener una valiosa experiencia y la base de datos de los clientes potenciales.
“Mientras no se gaste una gran cantidad de dinero, mientras no se compren todo tipo de cachivaches y mientras uno no sea engañado varias veces: no se podrá ser un especialista en este tipo de negocio“.
El negocio de antigüedades no aguanta a los tontos, ya que aquí se requiere una alta profesionalidad en una área específica. Ahora existen muchos cursos, donde enseñan a comprender los estilos y las épocas y a sistematizar los conocimientos del arte mundial.
4. El anticuario virtual.
Con la popularización de Internet, en muchos países del mundo, el negocio de antigüedades ha recibido la segunda respiración. Los acaparadores de antigüedades ahora trabajan en Internet: a través de foros, subastas en Internet, de sitios de anuncios privados es posible adquirir mercancías potencialmente muy lucrativas. Además de esto, a través de foros especializados se puede hacer una evaluación previa de las mercancías. Pero vale la pena recordar que con el acceso a Internet generalizado aumentaron los estafadores que venden cosas falsas y falsificaciones, y los seudo-tasadores que hacen pruebas periciales falsas. En los mismos foros especializados suprimen dichas actividades y publican las listas “negras” de las antigüedades.
Esto vale la pena saber: Los valores culturales, en la mayoría de los países, se prohíbe exportar. Por la tentativa de pasar de contrabando, por las fronteras aduaneras, se castigan con penas de prisión de varios años, incluso con la confiscación de los objetos de contrabando.
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(Ref.: Ubr.ua)
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