Los 16 “mandamientos” del amor por el hombre que cambiará el mundo

Los 16 “mandamientos” del amor por el hombre que cambiará el mundo
Es más fácil vivir sin amor. Pero sin él la vida no tendría sentido“. (León Tolstoy)

Estos preceptos muy poéticos, incitarán a las mujeres, como se debe de amar a un hombre para que cambie todo el mundo según sus deseos:

1. Eligelo. Elige a aquel, cuyo espíritu llama claramente al tuyo, a aquel que te aprecia apasionadamente; a aquel que sea lo suficientemente valiente incluso para temerle.

2. Acéptalo tal como es. Toma su mano y condúcelo suavemente hacia tu corazón, donde él pueda sentir tu calor y descansar en él.

3. Enciende su carga pesada con tu fuego. Mira sus ojos, penetra profundamente dentro y verás lo que allí dormita y lo que está despierto, lo que es vacilante, y lo que está a la expectativa.

4. Conócelo. Mira en sus ojos y encuentra allí a sus padres y abuelos, todas las guerras y locuras, por los cuales pasaron en un cierto país y en un tiempo dado. Mira sus dolores y la lucha, en los tormentos y en las culpas, y sin hacer ningún juicio deja de mirar todo esto.

5. Siéntelo. Su carga ancestral y entérate que lo que está buscando es un refugio seguro en ti. Deja que se disuelva en tu mirada fija y ten presente que no debes de reflejar la ira ni la furia, porque en ti hay un vientre, con una entrada dulce y profunda para la ablución y la curación de las viejas heridas.

6. Obsequiale tu feminidad. Siéntate ante él con toda tu majestuosidad femenina, con el aliento de tu vulnerabilidad, con el juego de tu inocencia infantil, en la profundidad de tu muerte, invitando y cediendo silenciosamente, permitiéndole que su fuerza masculina de un paso hacia ti … y naden juntos en el vientre de la Tierra, con la conciencia silenciosa.

7. Absorbe la sabiduría. Reúne a tu alrededor a las abuelas, refúgiate en sus sabidurías, escucha sus suaves susurros, tranquiliza el corazón de una chica asustada, instándole a relajarse … y espera pacientemente su retorno. Siéntate y canta una canción de los recuerdos bajo su puerta, que puede ser que lo tranquilizará una vez más.

8. No seas astuta. No arrastres a su hijo pequeño con la astucia, con trucos, seducción, engaño, sólo para atraerlo … a una red destrucción, en lugar de la repugnancia y el caos, que es más terrible que cualquier guerra sobrevivida por sus hermanos. Esto no es feminidad, es venganza. Es el veneno de las líneas enredadas de las acciones incorrectas a través de todos los tiempos, la violación de nuestro mundo. Esto no le da fuerzas a la mujer, esto le debilita, porque ella le corta los huevos. Y esto mata a todos nosotros.

9. Sé como una madre para él. No importa, si su madre le dio calidez o no pudo, muéstrale ahora lo que es ser una verdadera madre.

10. Abrázalo, condúcelo. Llévale hacia las profundidades de tu paraíso, como ardiendo débilmente en el centro del núcleo de la Tierra. No lo castigues por las heridas, que te parece que no satisfacen tus necesidades y criterios. Llora por él ríos dulces y libérate de  todo esto.

11. Ámalo lo suficiente como para estar desnuda y abierta. Amalo tanto como para revelar tu cuerpo y alma a la rotación de los nacimientos y las muertes, y agradécele por la posibilidad de bailar juntos a través de los vientos furiosos y bosques silenciosos. Sé lo suficientemente valiente como para ser débil y permítele beber de los pétalos suaves y embriagadores de tu ser.

12. Permítele comprender que él puede apoyarte y protegerte. Cae entre sus brazos y confía en que él te cogerá, incluso si te dejaron caer mil veces antes. Enséñale a ceder cediendo y fúndanse en un dulce insignificante, en el corazón de este mundo.

13. Apoýale, dale de comer, permítele, escúchale, abrázale, cúrale. Y él, a su vez, te cuidará con ternura, apoyará y protegerá con sus brazos fuertes, pensamientos claros e intenciones precisas. Porque él puede, si le permites, ser todo lo que sueñas.

14. Ámate a tí misma. Quiere a tu padre, a tu hermano, a tu hijo, al hombre de tu pasado; desde el primer chico, que le besaste, hasta el último por el que lloraste. Agradece por los regalos, en el camino hacia este encuentro, por él que ahora está  ante ti.

15. Ámalo de verdad. Si deseas cambiar el mundo, ama a tu hombre, ámalo verdaderamente a él.

16. Encuentra en él la semilla para todo lo nuevo y cálido. La semilla, que podrás nutrir y ayudarle a sembrar. Para hacer crecer juntos: un mundo nuevo.

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© Traducido y publicado por Mauritz.

(ref.: Cluber.com.ua: Internet)

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