La gente educada de G4S: cómo funciona el negocio del mayor ejercito de seguridad privado del mundo

La gente educada de G4S: cómo funciona el negocio del mayor ejercito de seguridad privado del mundo

(foto: Stalker.uz)

La empresa británica G4S gana miles de millones de dólares, brindando servicios de seguridad y protección en todo el mundo. Aquí les relato cómo es que logró ganar la batalla en este mercado.

En esta empresa trabajan más de 600 mil personas, y la mayoría sólo en los hipermercados de Walmart  y en las plantas de fabricación del conglomerado Foxconn. Su facturación anual supera los $12 mil millones. G4S es la empresa de seguridad privada más grande del mundo, que se dedica a todo tipo de asuntos de seguridad: Desde el mantenimiento del orden en los conciertos de rock y la protección de las centrales nucleares, hasta el acompañamiento de los envíos de carga a Afganistán y la limpieza de los campos de minas en los países africanos que ocurrieron durante la guerra civil.

En otras palabras, son mercenarios, los líderes de la industria mundial de seguridad y de organizaciones militares privadas. Según cálculos modestos, cada año, este mercado del volumen de $200 mil millones emplea a 15 millones de personas. Vanity Fair recientemente dedicó un boceto íntegro a las actividades de G4S en el sur de Sudán.

He aquí las 5 reglas, mediante las cuales funciona este negocio:

1. Absorber y dominar. En el negocio que consta de un gran número de unidades (personas)  de bajo valor añadido (por ejemplo, así es el trabajo de las agencias de seguridad que se compone de personas/noche, individuales), es importante ampliar constantemente la cantidad, que es más fácil de lograr acaparando a los competidores.

Precisamente así, por el transcurso de su historia centenaria, es que funciona G4S. “La Ronda nocturna de Copenhague y Frederiksberg”, desde 1901 se dedicaba ae la actividad de seguridad en la capital danesa, hasta mientras que en 1968, Jorgen Philip-Sorensen no trasladó el negocio al Reino Unido y acaparó una serie de competidores locales. A inicios de la última década, en el renovado Group 4 Falck ya trabajaban 140 000 empleados, y sus ingresos anuales superaba los $2,5 mil millones.

La fusión en 2004, con el otro gigante británico  Securicor generó la empresa de seguridad más grande del mundo, con 340 000 empleados. El jefe del G4S unificado, Nick Buckles, continuó la ampliación, ya que la empresa supera a todos los competidores y ocupa la posición dominante en el mercado,aunque sólo sea por su escala.

2. Ser mejor que los servicios especiales. A principios de 1990, la empresa actuó como una pionera en innovación en el campo del negocio de las prisiones privadas, porque incluso el gobierno británico firmó un contrato con ella para el acompañamiento de convoys y el mantenimiento de criminales. Durante la primera semana, de las manos de Group 4 Falck se fugaron 8 personas, en la prensa estalló un escándalo terrible que afectó la reputación de la empresa, y Tony Blair incluso comparó su trabajo como si fuera una comedia de errores. ¿Fracasó? En sí, no. Dos años más tarde, Jorgen Philip-Sorensen, apretándose las riendas corporativas, señaló que, a pesar de que en el inicio su empresa trabajaba terriblemente mal, los servicios regulares trabajan aún peor. La protección y la seguridad a menudo se asocia con el caos y la confusión, y para obtener el éxito, no es necesario ser ideal, sino que sólo es necesario una tarea mejor que el Estado. Sobre todo por que los servicios de las empresas privadas, como consecuencia, son más baratos.

3. Arriesgar por los beneficios.  Nick Buckles, que se involucró en la expansión de G4S en la década del 2000, pronto descubrió la manera de eludir el problema principal de su propio negocio. El bajo valor añadido de la actividad de la seguridad se debía a que la empresa trabajaba básicamente en países seguros. Era evidente que se podían recibir altos beneficios en lugares con grandes riesgos, por ejemplo, en los países destruidos por las guerras, como de África y del Medio Oriente. Buckles decidió emprender el negocio arriesgado, y fue así que en 2008, por $85 millones compró la empresa militar privada ArmorGroup. En G4S aparecieron mercenarios, y la plantilla total aumentó hasta 600 000 personas, lo que es tres veces mayor que en el ejército británico.

4. Detenerse a su debido tiempo. Si su empresa multinacional opera en decenas de países y cuenta con varios cientos de miles de empleados, y que pasó a través de una serie de fusiones a gran escala y de crecimiento muy rápido, que el negocio es arriesgado, y que los ingresos tratará de aumentarlos mediante el ingreso a un negocio más riesgoso, mientras que muchas de las operaciones se controlan remotamente. En esta situación, espere problemas con el mantenimiento del control de la empresa.

En 2011, Nick Buckles decidió continuar la expansión a gran escala de G4S: él trató de adquirir una empresa de limpieza por $8,3 mil millones, con el número total de empleados del conglomerado de 1,2 millones. Pero los accionistas bloquearon la decisión. Esto fue la primera campanada para el CEO, y ya en 2012 G4S  fracaso ruidosamente el contrato para mantener la seguridad durante los Juegos Olímpicos en Londres. En vez de 10 400 guardias de seguridad, la empresa sólo pudo proporcionar 7 000 empleados, por lo que el gobierno británico tuvo que incorporar adicionalmente soldados para mantener el orden. La empresa perdió en el contrato, $135 millones, y la cotización de las acciones cayó en un 15 %, por lo que en mayo de 2013, el Buckles, demasiado activo, se vió obligado a dimitir. A veces el negocio demasiado grande, no es una meta sino un problema. Sin embargo, este problema tendrá que resolverlo el nuevo CEO, Ashley Almancil.

5. Trabajar sigilosamente.  El crecimiento del mercado de contratación de mercenarios no depende de los regímenes políticos: empresas como G4S, son apolíticas y están dispuestas a trabajar en cualquier condición. Incidentes mortales, relacionados al exceso de las funciones de cargo de algunos empleados de empresas militares y de protección de seguridad, sólo añaden más leña al fuego. Este negocio tiene un permanente riesgo de reputación, que es mejor esconder en la sombra. Por lo menos será por eso que G4S es pública, pero una empresa poco conocida. En otras palabras, los mercenarios son siempre son necesarios, pero que nadie los quiere.

G4S tiene su sede en Londres y cotiza en la Bolsa de Valores. Opera en tres sectores claves: Servicios de seguridad, Sistemas de seguridad y Transporte de valores.

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Publicado por Mauritz.

(ref.: Vanity fair; G4S.com; Hopesandfairs.com)

 

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