Carl Icahn, el gurú en gestiones corporativas
Carl Icahn, es un usurpador (raider) corporativo que puso en marcha la captura agresiva de negocios exitosos, según las opiniones de los altos directivos corporativos despedidos por él.
Carl Icahn, el gurú en gestiones corporativas, es digno para recibir el premio Nobel, afirman sus admiradores y amigos. El inversionista de 77 años de edad, durante su carrera de 40 años, realmente utilizó métodos ambiguos de trabajo, pero, los nuevos tiempos cambiantes transformaron al usurpador agresivo de empresas en un luchador de los dereсhos de los accionistas en oposición a los altos directivos negligentes.
Cuando, en el año 2011, Carl Icahn anunció que su empresa dejará de trabajar con los recursos de otros inversores, muchos pensaron que el financista deseaba alejarse a vivir una vida tranquila. Porque, con sus transacciones rígidas que llevó a cabo, aún desde los años 70, Icahn se ganó la reputación de no sólo de usurpador y “depredador”, sino también de dueño de una gran fortuna de 20 mil millones de dólares, que, según la revista Forbes, ocupa el 21-avo puesto en el ranking de los americanos más ricos.
Generalmente él compraba un paquete significativo de acciones de una empresa y proponía a sus representantes los puestos en el consejo de administración de la misma, para introducir cambios favorables a su favor, por ejemplo, dividir el negocio de la corporación (como Motorola) o para sustituir a la directiva (como de Yahoo!). “Sobre todo sabe aterrorizar muy bién a las personas y neutralizar sus defensas“, describió su estilo otro inversor americano, Wilbur Ross.
Icahn, por lo general compraba acciones de empresas que experimentaban problemas serios. “Yo compro empresas totalmente no-brillantes, que, generalmente no gozan de demanda. Y es mejor aún, cuando toda la industria no goza de la popularidad”, señaló, en una entrevista con la revista Fortune. Como resultado, a veces, incluso ni la sombra del financista puede influir en la cotización: a fines del 2011, las acciones de la canadiense Research in Motion (Blackberry) aumentaron en un 7 %, por los rumores de que Icahn habia comprado el paquete de sus acciones, que no se confirmó posteriormente.
Los 18 meses que han pasado, desde el cierre de sus fondos para otros inversores, demostraron que Icahn, a pesar de su edad avanzada, no ha perdido su agarre. Según la empresa Activist Insight, el año pasado él fue el inversor más activo, que imponía su voluntad a las corporaciones: logró incluir a sus representantes en el consejo de administración de 5 empresas y encontró tres nuevos objetivos en el mundo empresarial.
Los cambios de los últimos años fueron favorables para Icahan. El hombre, que se convirtió en el prototipo del financista no-ético Gordon Gekko, en la película de Oliver Stone “Wall Street”, fue considerado uno de los defensores más ardientes de los derechos de los accionistas.
No es que él habia cambiado sus métodos de trabajo, justo despues de la crísis, los accionistas, descontentos con la labor de los altos directivos de las grandes empresas, comenzaron duramente a protestar contra la retribución demasiado generosa a los directores de las empresas y contra sus métodos. Este proceso fue denominado “la primavera de los accionistas“.
En estas circunstancias, el talento de Icahn mejoró aún más. “Demasiadas empresas en nuestro país se gestionan tan mal, que, cuando alguién no teme entromecerse en la lucha para dedicarse a su mejoración, recibe una recompensa generosa“, dijo en una entrevista a The Financial Times. En los últimos tres años, la fortuna del multimillonario se duplicó, señaló Forbes.
Entre las últimas inversiones más exitosas de Icahn, se puede citar: la adquisición, en octubre del 2012, del 13,6% de acciones de la empresa de servicios de vídeo Netflix, que en ese entonces luchaba con las consecuencias de cambio de marca sin éxito. En un principio, el intentó obligar a la empresa a venderse más caro a alguna gran empresa. Sin embargo, las acciones de la empresa empezaron a subir de precio, y hasta la fecha se han incrementado en un 175%. Icahn ganó más de 1 mil millones de dólares “en valores” de su inversión inicial, pero él no planea vender las acciones de esta empresa.
Carl Icahn no perdona las ofensas. Hace unos años, él perdió un proceso judicial contra el financista Bill Ackman y se vió obligado a pagar 9 millones de dólares. A finales del año pasado, Ackman declaró que el fabricante de suplementos alimenticios Herbalife era una “piramide fraudulenta”, para ganar en la caída de sus acciones. Sin embargo, en enero de este año, Icahn comenzó a a comprar las acciones de Herbalife y declaró que su empresa habia llevado a cabo un estudio detallado y que habia llegado a la conclusión de que Herbalife, es un “negocio seguro”.
El canal de televisión CNBC decidió reunir a los dos financistas en una transmisión directa que Icahn lo convirtió en una flagelación pública a su oponente más joven. El utilizó un vocabulario tan difícil que el canal simplemente no alcanzaba a “ocultar”. Icahn insistió en que Ackman era un “llorón”, “mentiroso” y “perdedor”, que recurre a riesgos innecesarios con el fin de aumentar la tasa de retorno de su fondo.
La superioridad de Icahn en la disputa lo confirmó también el mercado de valores. Desde el inicio del año, Herbalife aumentó su capitalización en el 40%: La ganancia de Icahan en “valores de papel”, a fines del mes de mayo, superó los 200 millones de dólares, y de Ackman, que a finales del año pasado pudo haber ganado casi 500 millones de dólares, fue negativa, según estimaciones de Business Insider.
© Traducido y publicado por Mauritz.
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(Ref. Ko.ru; RBCdaily)
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