Algunos pensamientos del Papa Francisco y los 11 gráficos del “Capitalismo salvaje”

(foto: RIA Novosti, Vladimír Astapkóvich) 

El Papa Francisco tiene toda la razón: los 11 gráficos del “Capitalismo salvaje”.

No hace mucho el Papa Francisco se dirigió a los católicos, en el que desenmascaró el “capitalismo salvaje“, la divinificación del dinero y la indiferencia de la máquina económica moderna para los pobres y enfermos. Los periodistas de Washington Post desmantelaron las tesis del Papa y aseguraron que el Pontífice tiene absolutamente toda la razón.

Washington. 28 de noviembre. FINMARKET.RU. Esta semana el Papa Francisco publicó la “Exhortación Apostólica“: que es una exposición larga y detallada de los objetivos y las tareas de la Iglesia Católica. Una parte significativa, el Pontífice le dedica a las fuerzas económicas que forman la vida de las gentes sencillas en todo el mundo. (Este artículo es una traducción adaptada, del del ruso al español, del artículo publicado por Finmarket.ru).

Neil Irwin de The Washington Post comparó la Exhortación Apostólica, titulada ‘Evangelii Gaudium‘, del Papa Francisco con los hechos. El resultado fue que el Pontífice tiene toda la razón.

Los 11 gráficos:

1. “La humanidad vive en este momento un giro histórico, que podemos ver en los adelantos que se producen en diversos campos. Son de alabar los avances que contribuyen al bienestar de la gente, como por ejemplo, en el ámbito de la salud, de la educación y de la comunicación”, escribe el Papa Francisco.

Lo más importante es que ahora las personas viven más tiempo en la mayoría de las partes del globo terrestre. Y la esperanza de vida se correlaciona positivamente con la cantidad que gastan los países sanidad.

 

2. “Sin embargo, no podemos olvidar que la mayoría de los hombres y mujeres de nuestro tiempo vive precariamente el día a día, con consecuencias funestas”, continúa el Papa.

Esto es cierto. Sólo en la India y en los países de África subsahariana más de 700 millones de personas viven con menos de $1,25 al día, que según la definición del Banco Mundial:  es la pobreza extrema.

 

 

 

 

 

 

 

3. “Algunas patologías continúan extendiéndose rápidamente”.

Por ejemplo, el VIH (el Virus de la Inmunodeficiencia Humana).

 

4. “El miedo y la desesperación se apoderan del corazón de numerosas personas, incluso en los llamados países ricos”.

Esto es cierto. El nivel de depresión en los últimos años está creciendo a ritmos rápidos, incluso en los países desarrollados.

 

5. “La alegría de vivir frecuentemente se apaga, la falta de respeto y la violencia crecen, la inequidad es cada vez más patente. Hay que luchar para vivir y, a menudo, para vivir con poca dignidad. Este cambio de época se ha generado por los enormes saltos cualitativos, cuantitativos, acelerados y acumulativos que se dan en el desarrollo científico, en las innovaciones tecnológicas y en sus veloces aplicaciones en distintos campos de la naturaleza y de la vida. Vivimos en la era del conocimiento y la información, fuentes de nuevas formas de un poder muchas veces anónimo”.

Los nuevos tiranos de nuestra época: son las 5 (cinco) corporaciones más grandes del mundo, que producen la mayor parte de las cosas que nos rodean.

Las 5 corporaciones que producen casi todo lo que utilizamos.

 

6. “Así como el mandamiento de ” no matar” pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir “no a una economía de la exclusión y la inequidad”. Esa economía mata. No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa de valores”. Eso es exclusión.

Los estudios muestran que los medios de comunicación prestan mayor atención a los mercados financieros, y no a los asuntos de la humanidad universal: en los últimos seis meses en 1477 artículos de los mayores periódicos, en la base de datos Nexis se menciona el índice S&P 500 y sólo 142 fueron dedicados a los problemas de la pobreza.

 7. “No se puede tolerar más que se tire tanta cantidad de comida a la basura cuando hay gente que pasa hambre”. Eso es inequidad.

Los volúmenes crecientes de residuos alimenticios son realmente un gran problema: en EE. UU., Canadá, Australia y Nueva Zelanda ya que los consumidores tiran la mitad de las frutas, hortalizas y productos marinos.

Proporción de los productos utilizados y tirados  en EE. UU., Canadá, Australia y en Nueva Zelanda en conjunto.

 

8. “Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida”.

Los últimos estudios demuestran que la mitad de los estadounidenses con ingresos bajos se sienten vulnerables e inseguros de su futuro.

 

9. “Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Hemos dado inicio a la cultura del “descarte” que, además, se promueve. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin pode, sino que se está fuera. Los excluidos no son “explotados” sino deshechos, “sobrantes”.

En este contexto, algunos todavía defienden las teorías del “derrame”, que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad del mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante. Mientras tanto, los excluido siguen esperando”.

Las estadísticas demuestran que en EE. UU.: el 5 % de la población posee el 74,2 % de la riqueza total.

 

10. “La crisis financiera que atravesamos nos hace olvidar que en su origen hay una profunda crisis antropológica, es decir la negación de la primacía del ser humano! Hemos creado nuevos ídolos. La adoración del antiguo becerro de oro se ha encontrado una versión nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano. La crisis  mundial, que afecta a las finanzas y a la economía, pone de manifiesto sus desequilibrios y ,sobre todo, la grave carencia de su orientación antropológica que reduce al ser humano a una sola de sus necesidades: el consumo”.

 11.  “Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera”.

 

12. “Además, la deuda y sus intereses alejan a los países de las posibilidades viables de su  economía y a  los ciudadanos de su poder adquisitivo real “.

Esto es cierto. Los países del sur de Europa, tales como España, Grecia e incluso Italia sufren de la carga del alto nivel de endeudamiento. Y la causa directa es la política de la austeridad económica, que es necesario realizar para recibir la ayuda de otros países.
Pero el significado decisivo es el hecho de que los pueblos, vinculados por la divisa única del euro, no pueden utilizar las estrategias convencionales de los países con deudas sobrerecargadas, es decir con la devaluación de su moneda. Muchos de los países, con niveles relativamente altos de deuda, tales como: EE. UU., Gran Bretaña y especialmente Japón, tienen como antes tasas de interés bajas por mantener el control sobre sus monedas.

13. “A todo ello se añade una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales”.

La economía sumergida en Rusia, según estimaciones de Reuters, alcanza la cifra de 43,8 % del PIB, y las pérdidas fiscales en EE. UU.   ascienden a $337,3 miles de millones.

 

14. “El afán de poder y de tener no conoce límites. En este sistema, que tiende a fagocitarlo todo en orden a acrecentar beneficios, cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta”.

Esta dura crítica  al “capitalismo salvaje”, que es como si fuera una unción con aceite del abeto a las almas no sólo de los oportunistas de izquierda de todos los pelajes, sino también de los libertarios, que inmediatamente declararon que el Papa  se puso en su lado y que se opone al mercado libre. Pero no vale la pena situar al Papa Francisco en una u otra parte, escribe James PetHokoukis del Instituto Americano de la Empresa (American Enterprise Insitute).

Él cita las palabras de la polémica economista e historiadora económica Deirdre McCloskey, que invita a observar las ideas del Papa a través de este prisma:

“Yo soy una libertaria cristiana. Es decir que considero que por un lado, la mejor política es dejar en paz a las personas para que ellos puedan manifestar libremente su creatividad. Esta creatividad ha hecho que el mundo moderno sea como es. Debemos de tomar el poder del moderno estado usurpador, que sigue solamente una regla: los que tienen el oro, gobiernan el mundo.

Pero, por otro lado, como cristiano, también creo que debemos amar a Dios y a nuestros prójimos como a nosotros mismos. En contraste con los liberales no-cristianos, yo creo en la ayuda a los pobres. En el encuentro, entre los libertarios y los liberales que tuvo lugar el año pasado en las Bahamas yo hice mención de que nosotros, por supuesto, queremos ayudar a los pobres, por lo que recibí la respuesta: “No, sólo si nos ayudan”.

Se me contuvo la respiración. Yo quiero ayudar a los pobres no sólo en los marcos del intercambio. Y mi parte liberal se combina completamente con mi deber cristiano: ayuden a los pobres realmente, sin hacerlos  discapacitados mediante el aumento del salario mínimo o criminales, prohibiendo las drogas blandas”.

¡El dinero debe servir y no gobernar!.

¡Éxitos!.

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(ref.: Finmarket.ru; The Washington Post)