8 Lecciones de Finanzas Personales de Benjamin Franklin
Durante su larga vida, Benjamín Franklin logró el éxito haciendo muchas cosas. Su gran valía lo demuestra el hecho de que es considerado con justicia como uno de los padres fundadores de los EE. UU. De modo que, ¿de quién más, si no es de este hombre, se puede aprender la sabiduría de la vida? El éxito lo logró Franklin no de inmediato: porque le tomó mucho tiempo para que el niño de quince años en la familia se convierta, desde un simple aprendiz de impresión, en un famoso escritor, inventor, diplomático y hombre de estado (o estadista). Y esto fue que le ayudó a … He aquí sus 8 lecciones:
1. Trate de comprender el verdadero valor de las cosas
La primera lección financiera, Franklin lo aprendió aún en su infancia. Cuando tenía siete años de edad, él gastó todo su dinero en la compra de un solo silbido, cuyo sonido le fascinaba. Se compró un juguete de un niño que era su vecino, incluso sin regatear. Y cuando regresó a su casa, comenzaba a silbar sin interrupción, intensamente satisfecho con su adquisición. No obstante, la felicidad doméstica no fue compartida: porque ellos le ridiculizaron a Benjamín sin piedad, al saber lo mucho que el chico pagó, y que después le avisaron que pagó por el silbato cuatro veces más caro de lo necesario. Años más tarde, en una carta que le envió a un amigo, Franklin reconoció que esta compra le causó mucho más dolor que placer. Pero precisamente en ese entonces fue, que el pequeño Benjamín, por siempre comprendió: que la definición correcta del valor de las cosas es una de las habilidades más importantes de la vida.
“Cuando me convertí en un adulto, conocí a muchas personas que habían pagado muy caro por un silbato. Yo llegué a la conclusión de que la mayoría de las desgracias son causadas por las falsas estimaciones del valor de ciertas cosas en la vida. Cuando me siento tentado a comprar algo innecesario, siempre recuerdo la historia que me ocurrió cuando era niño, y esto me lleva a los sentidos”. (-Benjamín Franklin)
Lección: Desarrolle sus propios criterios del valor de las cosas y aférrese a ellos tanto como sea posible.
2. Sea Ud. mismo
El padre de Franklin sobretodo quería qu el niño recibise una buena educación, pero el dinero le alcanzaba sólo para estudiar dos años en la escuela. El seminario conciliar tampoco no esta dentro de sus posibilidades financieras para la familia del pobre artesano. Entonces se decidió que el niño debe de seguir los pasos de su padre para dominar la habilidad de la fabricación de las velas de sebo y del jabón. Este tipo de actividad no le causó a Franklin especial entusiasmo, por lo que su padre, por temor, a que su hijo huya de la casa, envió a su hijo hacia varios talleres con la esperanza de encender en él el interés para dominar otros oficios. En cada taller el niño aprendía algo. No llegó a ser ni albañil ni carpintero, pero sí adquirió una valiosa experiencia en la fabricación de diferentes cosas con sus propias manos.
“Me beneficié por el hecho de que adquirí algunas habilidades y podía hacer algo en la casa, si era imposible encontrar un especialista”. (-Benjamín Franklin)
Su educación posterior Franklin lo recibió de forma independiente. Además, que finanlmente descubrió su verdadera pasión, la lectura. En ese entonces, en los EE. UU., la tipografía estaba poco desarrollada, los libros nuevos eran muy caros, y los que estaban en la biblioteca de su padre, no les gustaba mucho al chico. Esto fue presisamente lo que le enseñó al joven Franklin a economizar, ahorrando su dinero para comprar libros. Cuando el niño se interesó en los libros, se hizo evidente que la mayor parte de ellos se adaptaba a él el oficio de tipógrafo. Uno de los hermanos de nuestro héroe, que justamente acababa de abrir su propia tipografía (o taller de impresión) en Boston, tomó de asistente a Benjamín. Y él no le decepcionó, ya que reparaba las máquinas de impresión, hacía grabados en madera e incluso fundía carácteres (o letras). Más tarde, Franklin señaló que justamente el auto-aprendizaje fue más que influyó en él.
“Si le enseñas a un pobre joven afeitarse y mantener su navaja de afeitar en orden, Ud. hará mucho más para su felicidad que si le das mil guineas. La autosuficiencia no sólo ahorra dinero, sino que también da a la persona una sensación de felicidad”. (-Benjamín Franklin)
Lección: No se limite a la pura teoría, dedíquele más tiempo a las tareas prácticas.Es mucho más importante una sola vez aprender a hacer algo con las propias manos, que leer simplemente mil veces al respecto.
3. Invierta en sí mismo
Para tener en el futuro más tiempo y dinero,Ud. debe invertir en sí mismo. En vez de desperdiciar los recursos en placeres instantáneos, destine todo su dinero en lo que posteriormente beneficiará a su salud, carrera, a sus relaciones y a su educación. Franklin invertía de forma provechosa para sí mismo. Todo su dinero y su tiempo libre los dedicaba solamente a una sola tarea, a la lectura. El conocimiento sobre el mundo, la sociedad, sobre muchos aspectos de la vida, él los aprendió de los libros. De esta manera, el joven creó para sí mismo una especie de “colchón” de seguridad, reemplazando la auto-educación con varios años de estudios en la escuela.
“La lectura era el único entretenimiento que me permitía. No perdía el tiempo ni en tabernas, ni en juegos o en cualquier otro entretenimiento y trabajaba incansablemente en la tipografía, haciendo todos los trabajs necesarios”. (-Benjamín Franklin).
Lección: No pierda su valioso tiempo en tonterías. Encuentre la actividad que más le apasiona, y haga todo para ser el mejor en ella. Antes de hacer algo, piénselo si se justificará en el futuro.
4. Rodeése de amigos que compartan sus puntos de vista
Apenas se mudó a Londres, Franklin consiguió un empleo en una tipografía. Mientras que su nuevo amigo, James Ralph, quién llegó a la capital sin un centavo en el bolsillo, procedió de manera diferente. Él constantemente se emprestaba dinero de su compañero más acomodado, intentando sin éxito ser ya sea como un actor, como un empleado, o como un periodista. Ambos jóvenes tenían opiniones muy diferentes del mundo, por lo que, su amistad, a causa de esto, prontó terminó. Ralph nunca le devolvió a Franklin esas 27 libras esterlinas, que se los pidió prestado. Después de este incidente, Franklin se volvió más prudente para elegir a sus amigos. Él dedicó toda su vida para encontrar a aquellas personas que compartan sus puntos de vista y sus altos ideales. El criterio importante de selección fue su compromiso de autosuperación contínua. Para Franklin era importante que con los amigos se puedan compartir diferentes ideas para obtener en su reemplazo un apoyo cálido o estricto, pero críticas argunentadas.
Lección: Los amigos, son como una familia que lo elegimos para nosotros mismos. Busque personas de ideas afines que deben de entenderle perfectamente y apoyarlo no sólo en los momentos de alegría.
5. No traicione sus ideales por el bien del dinero
Franklin mucho anhelaba, algún día, lograr grandes éxitos y enriquecerse, sin embargo, él no estaba dispuesto a sacrificar sus principios morales en aras del dinero fácil. Esto claramente lo ilustra el siguiente caso curioso. Cuando Franklin comenzó a publicar el “Periódico de Pennsylvania”, hacia él se dirigió un hombre dispuesto a pagarle una suma considerable de dinero para la publicación de su obra. El contenido textual era tan desagradable que Franklin le negó al autor.
“Me dirigí a casa, pensando en que si valdría la pena publicar o nó esta pieza tan vulgar. A la mañana siguiente me encontré pensando que de ninguna manera no voy a utilizar mis posibilidades de publicación con fines de lucro, a pesar de que, por supuesto, esto en nada me perturbaría”. (-Benjamín Franklin).
Lección: No llegar a un acuerdo con su conciencia, incluso por el bien de una riqueza fabulosa. Porque, en la mayoría de los casos, el resultado es desastroso.
6. La paciencia y el trabajo conllevan a la riqueza
El éxito no se logra de inmediato. A Franklin le tomó décadas de arduo trabajo para convertirse desde un simple aprendiz, realizando el trabajo más sucio, en propietario de una editorial. Y después tuvo que hacer un gran esfuerzo para hacer que la impresión sea un negocio rentable. Durante muchos años, el futuro hombre de Estado, llevó una vida espartana y trabajó duro para no ceder ante los competidores. Él aprendió firmemente una regla: que nada se consigue así nomás. Porque es necesario hacer un gran esfuerzo para lograr el resultado deseado. Franklin nunca confió en los métodos del enriquecimiento instantáneo, considerándolos como deshonestos, y furiosamente criticaba a los contemporáneos, que en ese momento activamente se dedicaban a la búsqueda de tesoros enterrados en la tierra.
Lección: El trabajo diligente siempre es recompensado dignamente. No trate de burlarse de sí mismo y no siga el camino para conseguir el dinero fácil.
7. El Tiempo es Oro
Este aforismo, hoy goza de una popularidad extraordinaria, que se le atribuye a Franklin. Para comprender, de dónde proviene, se le propone familiariarse con la prehistoria. Este incidente ocurrió en la librería de Benjamín Franklin.
Comprador: ¿Cuánto cuesta este libro?
Vendedor: Un dólar.
Comprador: ¿Un dólar? Me lo podría vender un poco más barato.
Vendedor: Pero si cuesta un dólar.
Comprador (pensativo): ¿No podría Ud. invitar aquí al dueño de la tienda?
Vendedor: Creo que él está ocupado con asuntos importantes.
Comprador (persistente): De todos modos, llámele.
Franklin: ¿En qué puedo servirle?
Comprador: Sr. Franklin, ¿por cuánto me podrís vender este libro?
Franklin: Por un dólar y cuarto.
Comprador: ¿Por un dólar y cuarto? Pero si su vendedor me acaba de decir que por sólo un dólar!.
Franklin: Eso es cierto. Hubiése sido mejor que me diese un dólar, pero que no me distraiga del trabajo.
Comprador: Está bien. Pero, de todos modos, dígame el precio más bajo.
Franklin: Un dólar y medio.
Comprador: ¿Un dólar y medio? Pero si Ud. mismo dijo por un dólar y cuarto.
Franklin: Sí, era que Ud. lo compre por ese precio, y nó por un dólar y medio ahora.
El Comprador puso el dinero sobre el mostrador, tomó el libro y salió.
Es muy importante saber disponer adecuadamente de su tiempo disponible y planificar inteligentemente sus asuntos. Un buen horario le ayudará en su camino para lograr la meta deseada.
Lección: El tiempo es uno de los recursos no renovables. Disponga de él con prudencia.
8. El dinero es un medio para lograr un fin, y no un objetivo en sí
Aquellos que están familiarizados con la biografía de Franklin sólo superficialmente, puede parecerles de que él fue sencillamente un capitalista codicioso, que no pensaba en otra cosa que en el dinero. Esta opinión es totalmente equivocada. Antes de que Franklin deje el negocio de la editorial (cuando tenía 42 años), él deliberadamente se restringía en todo, ignorando el entretenimiento y las comodidades elementales, para acumular una cantidad suficiente de dinero. El retiro anticipado de jubilación de Franklin dió sus frutos dignos: porque en ese período hizo varios descubrimientos científicos importantes, y así mismo inventó algunas cosas que se utilizan en la vida cotidiana hasta ahora (por ejemplo, el rayo o el sofá-mecedor). La riqueza no le hizo daño al cerebro de Franklin, sino al contrario, porque le permitió vivir la mitad de su vida restante de la manera como él quizo.
Lección: El dinero no debe de ser vuestro objetivo final. Siempre desee algo más digno que simplemente un montón de billetes de papel de distintos colores.
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Traducido y adaptado por Mauritz.
(Ref.: Lifehacker.ru; Artofmanliness)
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